domingo, 28 de febrero de 2021

Mitología de Aries


En la mitología Griega una referencia al signo de Aries, la podemos encontrar en el mito de Hele y Frixo. 

La trama de este mito se inicia con un rey griego, Atamante, gobernante de Coronea, quien tuvo dos hijos con la diosa nube Néfele llamandose estos Hele y Frixo.
Atamante se enamora de la princesa Ino, quien al convertirse en su esposa planea la muerte de sus herederos para que fueran sus propios hijos los que aspiraran al trono.
Es así que Ino convenció a las mujeres del país para que tostaran el grano destinado a la siembra del trigo, diciéndoles que así crecería más, por lo que nada brotó, cuando los hombres lo sembraron. Ino consiguió convencer de nuevo a las mujeres de que el trigo no había crecido, porque los dioses no estaban contentos, así que Atamante consultó entonces el oráculo de Delfos, e Ino sobornó al emisario de su marido, que trajo la respuesta de que para acabar con la carestía se debía sacrificar a Frixo. 

Nefele imploró ayuda a los dioses, que respondieron enviando un carnero mágico alado, llamado Crisómalo, su lana era de oro y tenia el don del habla.
Los hermanos Hele y Frixo escaparon a lomos del animal, que los condujo por los aires fuera de los territorios griegos en dirección a Asia.
Al cruzar el estrecho que separa la Grecia continental del Asia Menor, la hija de Nefele, Hele, cayó al mar y se ahogó: desde entonces, aquel estrecho es denominado Helesponto o Mar de Hele. 
El carnero llevó al afligido Frixo hasta la Cólquida, a una playa del mar Euxino donde reinaba Eetes. Este lo acogió con gran hospitalidad y le ofreció en matrimonio a su hija Calcíope. Agradecido por su acogida, Frixo sacrificó a Crisómalo y le ofreció su piel al rey. Este consagró el vellocino a Ares y lo colgó en la encina de un bosque, donde iba a estar protegido por los toros que pastaban ahí y por un feroz dragón. 
Al ver esto, Zeus ascendió a Crisómalo hasta los cielos nocturnos, convirtiéndolo en la constelación de Aries.

Atamante preso dalle Furie, Arcangelo Migliarini, 1801
Atamante preso dalle Furie, Arcangelo Migliarini, 1801


Antiguo fresco romano encontrado en Pompeya, ahora en el Museo Arqueológico de Nápoles; ilustración de libro de 1902 o anterior.




En Grecia podemos encontrar otras vinculaciones con el signo de Aries en la imagen de Palas Athenea la diosa valiente y guerrera a quien se representaba con un carnero sobre su yelmo, nacida de la cabeza de Zeus, completamente armada y dando un grito de guerra. 


Athena Giustinian
Fotografía de Tetraktys


También lo reconocemos en el dios Ares, hijo de Zeus y Hera quien personificaba la valentía, la fuerza incansable, se le consideraba rey de la virilidad masculina, protector del olimpo y de los ejércitos, caudillo de los rebeldes, de los hombres justos y ayudante de los débiles.


https://commons.m.wikimedia.org/wiki/File:Fresco_of_a_statue_of_Mars_in_the_House_of_Venus,_Pompeii_(3824215212).jpg#mw-jump-to-license
Fresco de una estatua de Marte en la Casa de Venus, Pompeya
Fotografía de Carole Raddato


En Egipto a Aries se le asocia con el dios solar Amón representado en forma de cabeza de carnero. Amón-Ra en este período (siglos xvi al xi a. C.) ocupaba la posición de divinidad trascendental, creadora de sí misma por excelencia, era el dios de los pobres y de la piedad personal. Como la principal deidad del Imperio egipcio conquistador, Amón-Ra también llegó a ser adorado fuera de Egipto, de acuerdo con el testimonio de historiógrafos. Amón llegó a ser identificado con Zeus en Grecia o con Júpiter en Roma
Ayudando a los que viajaban en su nombre, se convirtió también en el Protector del camino. Amón mantenía los principios de Maatverdad, justicia y bondad. 
Los que querían adorar a Amón primero tenían que mostrar que eran dignos de estar en su presencia y dignos de decirle sus pecados a Amón. 

Posteriormente, cuando Egipto conquistó Kush, los egipcios identificaron a la principal deidad de los kushitas como Amón. Esta deidad estaba representada con una cabeza de carnero, más específicamente un carnero lanudo con cuernos curvos. Amón se asoció así con el carnero. Una deidad solar en forma de carnero se puede remontar a la cultura de Kerma en Nubia, contemporánea del Imperio Antiguo de Egipto. Puesto que los carneros eran considerados un símbolo de virilidad, Amón también se convirtió en un dios de la fertilidad y así comenzó a absorber la identidad de Min, convirtiéndose en Amón-Min.

A medida que el culto de Amón crecía en importancia, Amón se identificó con la deidad principal que era adorada en otras áreas durante ese período, el dios del sol Ra. Esta identificación condujo a otra fusión de identidades, con Amón convertido en Amón-Ra.


Gran Templo de Amón o Templo de Karnak
Fotografía de 
Luciobocchi




Zeus-Amón
Fotografía de Hubertl