sábado, 18 de febrero de 2017

Historia de la astrología y sus orígenes

Para encontrar los primeros indicios sobre conocimientos astrológicos debemos remontarnos a la antigua Babilonia, la admiración de los cielos y la predicción de los acontecimientos a través de ellos.

Los registros más antiguos que se conservan sobre los conocimientos matemáticos y astronómicos de los babilonios corresponden al reinado de la dinastía Hammurabi (del 1800 al 1600 a.C.).

Los sacerdotes caldeos observaban el cielo anotando las posiciones relativas de los planetas y la Luna, necesarias para el establecimiento del calendario lunisolar. Después de siglos de paciente observación, registrando todos los sucesos se comenzaron a dar las primeras predicciones las cuales no estaban referidas al carácter o el comportamiento de las personas, sino que se trataba de pronósticos de tipo meteorológico, inundaciones, cosechas y el futuro del reino. Sin embargo y aunque el rastro sobre el origen de nuestras constelaciones lo encontramos entre los sumerios, son los sacerdotes-astrónomos o astrólogos del Antiguo Egipto, los que transmitieron sus observaciones de la bóveda celeste a los griegos, quienes a su vez, fueron fuente de conocimiento para los astrónomos y científicos de la Edad Media.

Durante la campaña militar de Napoleón Bonaparte en Egipto (
expedición que contaba con un preparado ejército militar y una comisión de artes y ciencias) con el objetivo de realizar un trabajo de investigación arqueológica, creyeron encontrar el origen de las constelaciones, los resultados fueron publicados en 1822 en L’Institut d’Etudes Egiptiens.

Fue a finales de 1799 cuando el oficial ingeniero Pierre Bouchard, que trabajaba en una obra de fortificación cerca de las Ruinas de Qsar ar-Raschid, cerca de la ciudad de Rossetta, encontró la famosa Piedra Rosetta. En ella aparecía un texto que resultó ser el Decreto de Memphis escrito en tres lenguas: Jeroglífico egipcio, griego y demótico. Durante la misma campaña el General Dexais descubrió en la cercanías de Denderah, un templo del que se sorprendió nada más verlo ya que los capiteles de las columnas representaban cabezas de mujer dotadas de orejas descomunales; más tarde se supo que provenían de la época de Cleopatra. En una de las salas estaban representadas un conjunto de figuras humanas y de animales, entre las que se distinguen perfectamente los doce signos de las constelaciones del zodíaco. Para poder realizar un estudio más profundo se construyó un molde de escayola. Para los arqueólogos, este podría ser el zodíaco más antiguo de la historia, y desde entonces se conoce como El Zodíaco de Denderah.

Las copias y el vaciado del planisferio de Denderah fueron llevadas a París  allí fueron examinados por el astrónomo Jean Baptiste Biot profesor de Física del Collège de France, quien identificó inmediatamente las constelaciones zodiacales helénicas dispuestas en el sentido de las manecillas de un reloj, sobre un círculo descentrado, evidenciando una proyección ecuatorial.
Oficialmente se había encontrado el zodíaco más antiguo de la humanidad, lo que despejaba la duda sobre el origen de las constelaciones y del nacimiento de la Astronomía. Los legendarios sacerdotes egipcios eran los artífices.

Esta tradición astrológica se extiende al mundo griego con las conquistas de Alejandro Magno (300 a.C.) , tradición que es aceptada rápidamente ya que cazaba a la perfección con las ideas Platónicas y Pitagóricas predominantes en la sociedad griega. La palabra zodíaco viene del griego zoé-diakos, rueda de la vida. Sin embargo hay que destacar que la astrología llegó a Grecia por dos caminos: Babilonia y Egipto.

Desde Babilonia gracias a Beroso, sacerdote de Marduk, quien fundó una escuela de Medicina y Astrología, en la isla griega de Cos hacia el año 280 antes de Cristo. Allí escribió Babyloniaca, obra en tres volúmenes, donde expone sus conocimientos y la información traída de su país.

La astrología egipcia tiene su base en los llamados decanos, periodos de 10 días, cada uno de los cuales se hallaba bajo la protección de un dios representado por una estrella o grupo de estrellas. En total había 36 decanos y se usaban esencialmente para seguir el ciclo de Sirio (Sothis), cuyo levantamiento helíaco daba comienzo al año egipcio. El levantamiento helíaco del resto daba comienzo a distintas partes del año, las décadas. 
Como es natural, lo que comenzó siendo una forma de medir el tiempo se tornó en un sistema predictivo relacionado, además, con otros campos como la alquimia, las piedras y plantas mágicas... Esta escuela culminó en un libro escrito por dos personajes llamados Petosiris y Nequepso (probablemente legendarios) sobre el año 160 a.C.

Según la astrología el cielo fue dividido en 88 constelaciones que formaban diferentes figuras, ya sean objetos, animales o personajes. De estas 88 constelaciones hay 12 que comparten la característica en común de que el Sol pasa a través de ellas una vez al año durante una determinada época.

El Zodiaco "el camino de los animales", consta de 12 constelaciones que son: El Carnero, Acuario, El Cangrejo, La Cabra Marina, El Escorpión, Los Gemelos, El León, Los Peces, El Toro, La Balanza, Sagitario y La Virgen; sin contar la constelación de Ofiuco "El Serpentario", que algunos le consideran la 13ª constelación del Zodíaco. Dichas constelaciones fueron, originalmente, llamadas Casas o mansiones, pues la Luna, el Sol y los planetas, residen o pasan un tiempo por estas.

Los astrólogos utilizan la fecha y la hora exacta de nacimiento para conocer en qué signo del zodíaco estaba cada planeta en el momento de nacer. Mirando la forma en que se sitúan los planetas en el momento del nacimiento se puede hacer un perfil completo y específico de los rasgos de la personalidad del sujeto y sus perspectivas en el futuro.

Diferentes culturas a lo largo de los siglos han utilizado la astrología de diferente manera. No hay una práctica unificada o una teoría detrás de la astrología. Desde la antigüedad, la astrología ha evolucionado, si bien aún hoy se utilizan muchos de los métodos que se utilizaban en sus inicios.